jueves, 15 de octubre de 2009

Ainoha Múgica condenada a 18 años

Condenada a 18 años la etarra Múgica Goñi por ordenar un atentado en Logroño

Madrid, 15 oct (EFE).- La Audiencia Nacional ha condenado hoy a la etarra Ainhoa Múgica Goñi, "Olatz", a 18 años de prisión por un delito de estragos terroristas por haber ordenado a los miembros del "comando Xoxua" de ETA perpetrar el atentado contra la Torre de Logroño cometido el 10 de junio de 2001.

Condenada a 18 años la etarra Múgica Goñi por ordenar un atentado en Logroño

La sentencia considera probado que "Olatz" -detenida en Francia el 16 de septiembre de 2002- ejercía entonces "funciones propias de dirección y responsabilidad respecto de diversos comandos de la organización terrorista ETA, siendo la responsable militar directa del llamado 'comando Xoxua'".

Tras obtener información sobre diversos objetivos en la capital riojana, la etarra decidió "el ataque contra los edificios del Banco de España, de Telefónica y del denominado 'Torre de Logroño' de dicha capital".

Para ello, el 9 de junio de 2001 se entrevistó en el sur de Francia con dos miembros del comando, a los que dio las instrucciones necesarias para cometer el atentado y entregó un Fiat Tempra cargado de explosivos.

Los dos terroristas, "cumpliendo con las instrucciones impartidas por la procesada", cruzaron la frontera y se dirigieron a Logroño, donde, a última hora de la tarde de ese mismo día, colocaron el coche-bomba frente a la "Torre de Logroño" y activaron el mecanismo de iniciación del explosivo para que estallara a las 6 horas y 30 minutos del día siguiente.

A las seis menos cuarto de la mañana, los terroristas avisaron telefónicamente de la colocación del coche-bomba a SOS-Rioja, a la Ertzaintza y a la asociación DYA, llamadas en las que los miembros del comando informaron erróneamente de dónde se encontraba el coche, que aun así -y "tras una desesperada búsqueda"- fue localizado por la Policía a unos 300 metros del lugar indicado.

La localización se produjo cuando sólo quedaban 20 minutos para la explosión, por lo que la Policía decidió no evacuar la zona, "adoptando las medidas de seguridad que estaban a su alcance, tendentes a salvaguardar la integridad física y la vida de las personas, con excelentes resultados, pues no se registraron daños personales".

La explosión, no obstante, causó en la calzada un cráter de 50 centímetros de profundidad por dos metros y medio de diámetro y la "Torre de Logroño" quedó profundamente dañada, así como los edificios contiguos a la misma y los vehículos aparcados en sus inmediaciones, alcanzando la onda expansiva un radio de unos 300 metros.

La Audiencia Nacional condenó en 2005 a 15 años y seis meses de prisión a los presuntos autores materiales del atentado, Premín Sampedro Larrañaga y Jesús María Goikoetxea Garralda, pero al año siguiente el Tribunal Supremo les absolvió al considerar que no había quedado suficientemente probado que fueran ellos quienes colocaron el coche-bomba.

En la sentencia, la sala se refiere a esta circunstancia diciendo que entonces "se contaba con un material probatorio mucho menor" que ahora.

Así, y además de las declaraciones policiales en las que los dos etarras inculparon a "Olatz", el tribunal ha tenido en cuenta el "documento de autocrítica" escrito de puño y letra por Sampedro y remitido a la dirección de la banda -que fue intervenido con posterioridad a su juicio- en el que se hace alusión a la cita mantenida con la acusada el 9 de junio de 2001.

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La AN condena a la etarra Ainhoa Múgica a 18 años de cárcel por ordenar el atentado contra la Torre de Logroño

La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenada a la ex dirigente etarra Ainhoa Múgica Goñi a 18 años de cárcel por ordenar "con gran autoridad" el atentado contra la Torre de Logroño, ocurrido el 10 de junio de 2001, al considerar probadas las declaraciones de dos etarras que la "inculparon profundamente".

Según la sentencia hecha pública hoy, cuya ponente fue la magistrada Ángela Murillo Bordallo, las declaraciones de los etarras Premín Sampedro y Jesús María Goicoechea --acusados de haber colocado el coche-bomba y absueltos--, sumadas a las declaraciones policiales y documentos incautados "fundamentan sobradamente" la condena de Múgica como autora responsable de un delito de estragos. Al mismo tiempo, ha sido absuelta de falsificación documental, delito por el que la Fiscalía pedía dos años de prisión.

En concreto, el tribunal toma en cuenta las declaraciones de Sampedro y Goicoechea efectuadas en sede policial, según las cuales ambos formaban parte de un comando encargado de recabar información sobre posibles objetivos en ciudades del norte de España que luego entregaban a Múgica, a la que el primero de ellos identificó con el alias de 'Olatz'.

Según el relato de los dos etarras, Múgica decidió que el primer objetivo fuera la Torre de Logroño. Para llevar a cabo su acción, Sampedro y Goicochea se trasladaron a la localidad francesa de Guéthary, donde, el día 9 de junio, Múgica les hizo entrega de un vehículo cargado de explosivos, con el que después atravesaron la frontera.

Una vez llegaron a la capital riojana, llamaron a la mujer para comunicarles que "estaba el vehículo preparado" para hacer explosión al día siguiente a las seis y media de la mañana. Aunque dieron aviso al Centro de Coordinación del SOS-Rioja, el vehículo sólo pudo ser localidad veinte minutos antes de que hiciera explosión, por lo que se decidió no evacuar los edificios colindantes y tomar las medidas de seguridad pertinentes.

Aunque los dos etarras negaron las declaraciones efectuadas a la Policía, al asegurar que respondían a la presión psicológica y situación de malos tratos que sufrieron, el tribunal considera que su "veracidad" está probada por varios elementos que confirman la versión inicial.

RELATARON LOS HECHOS EN UNA 'KANTADA'

En concreto, el tribunal tiene en cuenta un documento de autocrítica o 'kantada' elaborado en euskera y firmado, entre otros, por Sampedro y Goicoechea, en el que se hacía "clara referencia a la acción de Logroño".

Esta autocrítica, un documento que, según la sentencia, confeccionan "con habitualidad" los miembros de ETA "para poner en conocimiento de su aparato militar cómo y por qué se han producido las detenciones", no pudo ser objeto de prueba en el juicio contra los dos etarras.

En el texto, recogido en la sentencia, Sampedro explica que el 9 de junio tienen una "cita" y esa misma tarde ejecutan una acción --"hacemos lo que teníamos que hacer"--. Además, relata cómo cree que fueron descubiertos por la Policía, aportando detalles que fueron corroborados por los agentes.

Para el tribunal, este documento lleva a concluir "con pleno fundamento de causa, que efectivamente Ainhoa Múgica Goñi ejercía la jefatura sobre los dos testigos y les ordenó la ejecución de los deleznables hechos ocurridos en Logroño".

Además, explica la sentencia, el rastreo de los móviles incautados a los dos etarras, el hallazgo de las placas de matrícula que fueron sustituidas del coche-bomba y la declaración de una testigo --que confirmó la presencia de ambos en un hostal la noche antes de la cita con Múgica-- llevan a "apuntalar más y más la validez y eficacia, por su absoluta crediblidad de las declaraciones" de los dos etarras en dependencias policiales y que constituyen la "piedra angular" de la condena de su responsable en Francia.

Además, la sentencia insiste en la gravedad del atentado, que "pudo haber causado" una "tremenda masacre", que era "sin duda perseguidas por la acusada", de no haber sido por "el azar, unido a la destreza profesional" de la Policía.

En la sentencia, el tribunal recuerda que Múgica no quiso declarar durante el juicio, que quedó visto para sentencia el pasado 8 de septiembre, y en el que su abogada no formuló ninguna pregunta. Múgica sólo utilizó su derecho a la última palabra para preguntar a los jueces por el paradero del miembro de ETA Jon Anza.

Múgica se dirigió a la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, y le espetó, con tono retador: "¿Qué habéis hecho con Jon Anza?". La juez le ordenó de forma inmediata que tomara asiento y le retiró la palabra, alegando que esa cuestión no tenía relación alguna con la defensa de las acusaciones que pesan en su contra.

Anza desapareció el 18 de abril después de coger un tren en la estación francesa de Bayona, según denunciaron sus familiares, que solicitaron a la Fiscalía de esta ciudad que abriera una investigación para averiguar lo sucedido.

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