Un arsenal hallado a ETA en Francia en 2005 pudo causar una catástrofe
20.09.2010
Cuando el 31 de mayo de 2005 la policía descubrió la vivienda, que había sido en parte desvalijada por delincuentes comunes tras el arresto en marzo de ese año de los dos ocupantes, los supuestos responsables de la logística del aparato militar de ETA Miren Itxaso Zaldua y Joseba Segurola, había "una situación muy peligrosa", señaló el perito-artificiero en el Tribunal de lo Criminal de París.
Durante la tercera jornada del juicio contra Zaldua, Segurola y Oihan Barandalla, acusado este último de haber alquilado el piso, el experto policial dijo que de todos los escondites de explosivos de la organización terrorista en cuya investigación le ha tocado trabajar fue el que presentaba el mayor riesgo de explosión.
Teniendo en cuenta todos los elementos encontrados, la explosión, de haberse producido, precisó, habría sido equivalente a la de una carga de 100-150 kilos de TNT, capaz de hacer saltar por los aires el edificio -que se encuentra en el centro de Saint Gaudens- y proyectar sus fragmentos a más de 300 metros de distancia.
El experto-artificiero relacionó el elevado riesgo de explosión con lo reducido del espacio y con la forma un tanto anárquica en la que estaban reunidos diferentes tipos de explosivos y gran cantidad de detonadores.
Un desorden que, a su juicio, tenía que ver con el robo que había protagonizado -después del arresto de Zaldúa y Segurola el 23 de marzo en la próxima localidad de Lannemezan-, un grupo de delincuentes comunes que manipularon el arsenal y explosivos y se llevaron una parte para esconderlo en un puerto de los Pirineos.
Así, contrastó el estado en que lo encontraron todo con lo "muy organizados" que acostumbran a ser los etarras en sus arsenales.
El perito detalló que en la vivienda había explosivos manufacturados (como dinamita), explosivos artesanales, detonadores con explosivo, cordón detonador con pentrita, detonadores con temporizadores, dos lanzagranadas anticarro, un cohete "Jotake" o granadas de fusil, entre otras cosas.
Según el artificiero, el hecho de que hubiera algunos productos como dinamita con carga sugieren que se trataba de artefactos preparados para su utilización en un corto plazo.
Zaldúa y Segurola, que según la acusación ocupaban la vivienda de Saint Gaudens, están inculpados por los delitos de poseer, fabricar y transportar explosivos y armas.
La situación en este juicio -que podría finalizar el miércoles o el jueves- es diferente para Barandalla, capturado en una operación distinta en Cahors el 1 de septiembre de 2007 junto a otros tres presuntos etarras e imputado en particular por su asistencia a la pareja para el alquiler de bienes inmobiliarios.
domingo, 3 de octubre de 2010
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